miércoles, 20 de julio de 2016

Las chicas del instituto están construyendo un satélite espacial

EDUCACIÓN

El proyecto busca incentivar las carreras de ciencias entre las mujeres que participan. El satélite se lanzará a mediados de año

Cuando Brittany Bull, de Ciudad del Cabo y 16 años, era solo una niña ya quería ser científica. Aún así, nunca imaginó que antes de acabar el instituto estaría construyendo y lanzando al espacio un satélite artificial junto a otras 20 chicas de su edad. Y que este proyecto cambiaría su vida. La hazaña está siendo posible gracias a MEDO, una organización de desarrollo económico de Johannesburgo, en Sudáfrica, que en junio de 2015 inició este programa espacial para animar a las mujeres jóvenes a desarrollar su interés en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, áreas históricamente copadas por hombres. El satélite estará listo a mediados de este año.
El proyecto nació cuando se dieron cuenta en MEDO de que las empresas más potentes de la zona estaban buscando a gente con estudios en alguna de las ramas de ciencias. Calcularon que el 80% de los trabajos del futuro estarán de alguna forma relacionados con la tecnología y se dieron cuenta de que el número de mujeres que elegían estas carreras era mínimo. De hecho, para Brittany Bull, una de las partes más importantes de este proyecto es ayudar a empoderar a las mujeres: "Las chicas han estado demasiado tiempo escondidas. Y esto es aún extremadamente habitual en el sitio donde vivo".
La primera fase del proyecto, SPACEprep, sirvió como toma de contacto. Las alumnas aprendieron fundamentos básicos sobre electromecánica, satélites y el espacio. "Al principio, la mayoría de las chicas eran muy tímidas y estaban asustadas", explica Carla de Klerk, una de las responsables del programa. "Después de unos días, se convirtieron en mujeres orgullosas y seguras de sí mismas. Era asombroso ver cuánto empezaban a confiar en sus propios pensamientos y voces".
Las participantes han aprendido sobre satélites y órbitas, electrónica de la construcción, habilidades de liderazgo, telecomunicaciones... y a tener confianza en ellas mismas
Después de aprender los conocimientos básicos, MEDO organizó un campamento en el que las chicas pudieron ponerlos en práctica. Diseñaron un primer prototipo del satélite: el CricketSat y lo lanzaron al espacio con la ayuda de globos meteorológicos. Cuando la estudiante Britanny Bull habla de todo lo que aprendió allí, se refiere tanto a conocimientos científicos con a habilidades personales: "Aprendimos sobre satélites y órbitas, electrónica de la construcción, habilidades de liderazgo, construcción de confianza en uno mismo y telecomunicaciones".
Al final, las chicas presentaron sus conclusiones a sus padres, varios hombres de negocios y profesores de universidad. Según Carla de Klerk, eran personas importantes que llegaron a abrir los ojos de asombro. "Se dieron cuenta de que un grupo de chicas de entre 16 y 17 años habían presentado resultados que ellos mismos nunca habían pensado", cuenta De Klerk. Y Britanny Bull cuenta que nunca había visto a su madre tan orgullosa de ella.
Las chicas leen los datos que devuelve el prototipo de satélite CricketSat.
El campamento se celebró a principios de este mes y dentro de poco llegará la hora de la verdad: el satélite real, el MEDOsat1, se lanzará a mediados de año desde el desierto de Mojave, en Estados Unidos. ¿Qué van a medir con el satélite? Las chicas no tienen ni idea. "¡Esa es la parte divertida!", explica Carla de Klerk. "Queremos que las alumnas piensen un plan y decidan qué quieren observar".
El satélite se quemará y se convertirá en polvo cuando lleve unos meses en órbita. Pero la intención es que cada nuevo lanzamiento llegue un poco más lejos. "Hemos conseguido financiación para lanzar un satélite al año hasta 2020, ¡llegaremos a la luna o más lejos!", cuenta, divertida, De Klerk.
Para llegar hasta este punto del programa, MEDO ha trabajado con 120 chicas y quiere colaborar con hasta 500 en el lanzamiento del resto de satélites. Con este trabajo, Carla de Klerk espera interactuar con algunas de "las mentes brillantes del futuro y poder tener algún impacto en ellas, inspirándoles para que crean que cualquier cosa es posible", afirma. Tebogo Mpeaphya, que ha sido hasta hace poco otra de las responsables de las chicas participantes en el programa, comparte esta opinión: "Nada es tan prometedor como ver a una mujer joven dándose cuenta de que puede convertirse en doctora, ingeniera o científica, y que puede hacer lo que se proponga", concluye.

La basura espacial no para de crecer: 17.400 desechos orbitan la Tierra

La NASA afirma que el número de fragmentos ha aumentado en apenas nueve meses

Impacto en la cúpula de cristal de la Estación Espacial Internacional el pasado día 12. Es de 7 centímetros.
La basura espacial que rodea actualmente la Tierra ha ido aumentando paulatinamente en los últimos meses de 2015 y primeros de 2016: en apenas nueve meses ha pasado de los 16.925 objetos registrados en junio del año pasado a los 17.385 contabilizados durante los tres primeros meses de este año, según los datos facilitados por la Oficina del Programa de la NASA de Restos Orbitales, que hace recuento de los escombros espaciales que orbitan la Tierra.
La mayor parte de estos objetos artificiales tienen un tamaño igual o mayor a 10 centímetros. De ellos, unos 2.000 son etapas de cohetes casi vacías de combustible que cumplieron su misión de lanzar los satélites que portaban, otros tantos son objetos eyectados por vehículos espaciales o satélites en el transcurso normal de sus operaciones (cofias de cohetes, adaptadores, cubiertas de lentes o de equipos, etcétera); unos 4.000 son satélites de todo tipo, y cerca de 10.000 son fragmentos resultado principalmente de explosiones de distinta naturaleza y, en menor medida, de colisiones en el espacio.
Por ejemplo: la colisión en 2009 entre los satélites Iridium 33 y Kosmos 2251 generó unos 2.000 de ellos, mientras que la destrucción del satélite Fengyun 1C por parte de un misil lanzado desde China durante una demostración militar (colisión intencionada) generó casi 4.000 fragmentos.
De manera desglosada, de estos 17.385 cuerpos espaciales que rondan el planeta, la Comunidad de Estados Independientes -antigua Unión Soviética- se mantiene como la que mayor cantidad de basura desecha al espacio, con un total de 6.276 objetos; seguida de Estados Unidos con 5.483 y de China con 3.791.
Representación de la basura espacial hecha por la ESA.
Mientras, la Agencia Espacial Europea (ESA) sigue siendo la entidad que menos objetos emite al espacio, con 109 cuerpos, de los cuales 56 proceden de explosiones y 53 son cohetes, cuerpos y demás escombros.
Además, hay países que independientemente de la agencia espacial a la que pertenezcan, también envían y 'arrojan' a la órbita terrestre aparatos espaciales. Así, sería el caso de los 520 franceses, los 215 que tiene Japón, los 176 indios, o los 815 de otras naciones, según se desprende de este informe de la NASA.
El programa de la NASA encargado de controlar la basura espacial es el US Space Surveillance Network (SSN). La iniciativa la desarrolla el Gobierno de Estados Unidos y tiene como principal objetivo detectar, controlar, catalogar e identificar estos objetos hechos por el hombre y que orbitan alrededor de la Tierra.

España rompe el contrato con Rusia para lanzar su primer ‘satélite espía’

El veto de Putin por la guerra de Ucrania retrasa año y medio la puesta en órbita del Paz






Tras año y medio de retraso y convencida de que Putin no dará la preceptiva luz verde, la empresa española Hisdesat —controlada por la operadora de satélites Hispasat y el Ministerio de Defensa— ha decidido denunciar su contrato con la rusa Cosmotrans para lanzar Paz, el primer satélite español de observación de la tierra, según fuentes del sector. Hisdesat negociará una solución amistosa para recuperar los alrededor de 15 millones abonados, pero busca ya una alternativa, que podría ser también rusa o más probablemente estadounidense, aunque a un precio muy superior.

La guerra no declarada entre Rusia y Ucrania ha acabado por frustrar el lanzamiento del primer satélite espía español, un proyecto cuyo coste ronda los 160 millones de euros.
Desde septiembre de 2013, el artefacto —cuya fabricación corrió a cargo de la compañía Airbus Defense & Space— está listo para ser lanzado a 514 kilómetros de la tierra, a la que debería estar dando ya 15 vueltas diarias. Con su radar de apertura sintética (SAR) en banda X, el Paz puede peinar un área de 300.000 kilómetros cuadrados y tomar 100 imágenes diarias, tanto nocturnas como diurnas, sin importar las condiciones meteorológicas. Su lanzamiento, proclamaron entonces los responsables de Defensa e Industria, debería convertir a España en “un jugador de primera división en el concierto espacial europeo”.
Con lo que no contaban los impulsores del proyecto era con que la guerra de Ucrania se cruzaría en su camino. Hisdesat firmó un contrato con la compañía rusa-ucraniana Cosmontrans para lanzar el Paz con un cohete Dniéper desde el cosmódromo de Yasni, en el sur de Rusia, cerca de Kazajistán. Pero la anexión de Crimea, en marzo de 2014, y el alzamiento en armas de las regiones separatistas del Este de Ucrania llevó al enfrentamiento de Kiev y Moscú.


Entre el Soyuz ruso y el Falcon estadounidense


M. G.
Una vez descartado el cohete Dniéper, dos son las alternativas más claras para lanzar el Paz al espacio, según fuentes del sector. Dentro de la propia Rusia, Roscosmos, la agencia espacial del Estado, comercializa el Soyuz 2. En Estados Unidos, la empresa privada SpaceX pone satélites en órbita con sus cohetes Falcon, desde California.
Tras la amarga experiencia rusa, es probable que la compañía española se incline por la opción estadounidense. La negociación puede ser complicada ya que, tras el retraso, hay cierta urgencia en poner en órbita el Paz y, lo que es más importante, el coste de lanzar con el Soyuz o el Falcon puede ser cuatro veces superior al del Dniéper. Una forma de abaratar costes sería compartir gastos de lanzamiento con otro satélite, pero para ello haría falta que sus órbitas sean compatibles.
El Paz era solo el primero de los dos satélites del Programa Nacional de Observación de la Tierra (PNOT), aprobado en 2007. El segundo satélite, el Ingenio, está aún en fase de fabricación.
Aunque los socios rusos de Cosmotrans se hicieron con la compañía, el presidente Putin vetó la utilización del Dniéper como lanzador de satélites, con el argumento de que este cohete se basa en el misil soviético SS-18, desarrollado en Ucrania.
Tras un largo tira y afloja para intentar que Putin levantara el veto, Hisdesat ha llegado a la conclusión de que Moscú nunca emitirá el decreto necesario para realizar el lanzamiento, según las fuentes consultadas.
En estas condiciones, la compañía española —participada por la operadora de satélites Hispasat (43%), el Ministerio de Defensa a través de su firma Isdefe (30%) y las empresas Airbus, Indra y Sener— activará la cláusula del contrato que prevé su rescisión si causas de fuerza mayor impidieran su cumplimiento. El problema es que Hisdesat ya ha abonado unos 15 millones de los 18 que costaba el lanzamiento, según las fuentes consultadas, y no es fácil que Cosmotrans se avenga fácilmente a devolver el dinero. Si no se llegara a un acuerdo amistoso, el conflicto podría acabar en la cámara de arbitraje de París.
Lo más urgente, sin embargo, es encontrar un lanzador alternativo, pues el paso del tiempo —especialmente en un sector tan dinámico como el aeroespacial— puede hacer que la tecnología del Paz quede obsoleta incluso antes de su lanzamiento. Eso sin contar con los clientes a los que ya se podrían estar vendiendo sus imágenes y que habrán acudido a la competencia.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Madrid, desde 785 kilómetros de altura

La ESA difunde una imagen captada en noviembre del año pasado por el satélite Sentinel-2A

Madrid, en una imagen tomada en noviembre de 2015 por un satélite de la ESA. 
La Agencia Espacial Europea ha distribuido hoy una imagen de Madrid captada por el satélite Sentinel-2A el 16 de noviembre de 2015 desde 786 kilómetros de altura. [FOTO EN ALTA RESOLUCIÓN] Este artefacto fue lanzado al espacio el 23 de junio del año pasado en un cohete Vega, pesa 1,2 toneladas y sigue esperando a su hermano gemelo, el Sentinel-2B, que partirá este año. Juntos, y durante un periodo aproximado de siete años, orbitarán el planeta para cartografiar la evolución de bosques, cultivos, prados, superficies acuáticas, edificios, carreteras, etcétera. Permitirá así controlar la deforestación, por ejemplo, o captar signos que permitan adelantar desastres meteorológicos o climáticos.

Primeras aplicaciones del Sentinel 2A

29 julio 2015
Desde la vigilancia agrícola a la cartografía de terrenos, las primeras imágenes del satélite europeo Sentinel 2A muestran como las observaciones en color de la misión pueden ser usadas para mantener a salvo nuestro planeta. 
Lanzado desde el Puerto Espacial Europeo en la Guayana Francesa el pasado 23 de junio, Sentinel 2-A es el segundo satélite en órbita del programa de vigilancia ambiental europeo Copernicus.
Su cámara multiespespectral proporcionará imágenes a las aplicaciones basadas en la vigilancia del terreno -como la agricultura- y de las aguas costeras e interiores, y el mapeo de la cubierta terrestre.
Vigilando las aguas costeras
En un acto hoy en Milán, expertos a quienes se había dado acceso a las imágenes de Sentinel 2-A han debatido cómo este satélite servirá a toda una serie de aplicaciones científicas y operacionales.
“Los ciudadanos europeos, los responsables de la toma de decisiones, las empresas y la comunidad científica internacional se beneficiarán enormemente de esta segunda misión de Copernicus. Sus imágenes nos permiten mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos y proteger nuestro medio ambiente”, dijo Mauro Facchini, jefe de la Unidad de Copernicus en la Comisión Europea.
Alan Belward, del Joint Research Centre, y Ana Maria Ribeiro de Sousa, de la Agencia Ambiental Europea, presentaron ejemplos de cómo la cubierta terrestre puede ser clasificada y monitorizada gracias a los datos de  Sentinel-2.
Detectando cambios en tierra y en los cuerpos de agua Sentinel-2 puede ayudar a gestionar los recursos naturales de forma sostenible.
Además de monitorizar cambios en cuerpos de agua, la misión vigilará también la calidad del agua, como señaló Dimitry Van der Zande del Royal Belgian Institute of Natural Sciences.
Vigilando aguas interiores
La información sobre la calidad del  agua no solo es útil para las aplicaciones de consumo de agua, sino que puede indicar también áreas que son seguras, o no, para el baño. También sirve a los acuerdos internacionales como la Convención Ramsar, que planea usar los datos para monitorizar humedales en todo el planeta.
Otra de las tareas importantes para el satélite es vigilar los cambios en nuestros bosques, como el ritmo de deforestación y reforestación, y las áreas afectadas por incendios forestales. La información de Sentinel-2 puede ayudar a gobernantes y empresas a tomar decisiones informadas sobre cómo gestionar y proteger nuestros valiosos recursos forestales. 
El sistema de imágenes de Sentinel-2 tiene  13 bandas espectrales, que cubren desde el visible al infrarrojo cercano a diferentes resoluciones espaciales. Es la primera misión óptica de observación de la Tierra de este tipo que incluye tres bandas "en el rojo", lo que proporciona información clave sobre el estado de la vegetación. 
Sentinel-2 para la agricultura
Esto fue demostrado por Pierre Defourny, de la Universidad de Lovaina en Bélgica, que mostró cómo el satélite es incluso capaz de discriminar entre diferentes cultivos, con un ejemplo de campos de girasoles y maíz cerca de Toulouse, Francia.
Diseñada como una misión de dos satélites, Sentinel-2 proporcionará imágenes en un ciclo de revisitado de cinco días, una vez que en 2016 sea lanzado su hermano gemelo Sentinel-2B. El tiempo breve de revisitado es importante para todas sus aplicaciones, pero Frank Paul de la  Universidad de Zurich señaló su utilidad en especial para vigilar glaciares y, en muchos casos, registrar lo rápido que se retraen.
Aunque el satélite aún no está en su órbita operacional, ni está calibrado para proporcionar los datos de más calidad, las imágenes ofrecen un adelanto de lo que depara el futuro inmediato.
“Las reacciones de la comunidad de usuarios han sido muy positivas en esta fase temprana de la misión, en especial en lo que se refiere a las imágenes de alta resolución y a la utilidad de las 13 bandas espectrales”, dijo Simon Jutz, Jefe de la Oficina Copernicus de la ESA.
“A solo dos meses vista de la fase operacional del satélite, esperamos ver muy pronto a Sentinel-2 desplegar todo su potencial”.

La península Ibéricas desde el Sentinel 3


Primera imagen de Sentinel-3A
4 marzo 2016
Exactamente dos semanas después del lanzamiento, el último satélite Sentinel nos ha ofrecido una muestra de lo que supondrá el programa Copérnico de la UE.
La primera imagen de Sentinel-3A, tomada a las 14:09 GMT del 29 de febrero, muestra la transición del día a la noche en Svalbard (Noruega).
Además de mostrar el archipiélago cubierto de nieve, la imagen también muestra con detalle el hielo del Ártico y algunas características de las nubes.
En otra imagen tomada el mismo día podemos ver California (EE. UU.) y, casualmente, también apreciamos la ciudad de Los Ángeles, donde se está celebrando el Grupo internacional de coordinación de actividades sobre cromatografía oceánica.
Península ibérica
En una de las imágenes tomadas al día siguiente vemos España, Portugal, el estrecho de Gibraltar y el norte de África.
Estas imágenes fueron tomadas por el instrumento para el color de la tierra y los océanos (OLCI, por sus siglas en inglés), fruto del legado de Envisat que dispone de 21 bandas espectrales, una resolución de 300 m y una anchura de barrido de 1270 km.
Este instrumento mejorado, que ofrece a la Tierra unos nuevos ojos, permitirá la supervisión de los ecosistemas oceánicos. También apoyará la supervisión de la vegetación, las condiciones de los cultivos y el agua continental y proporcionará estimaciones de los aerosoles atmosféricos y las nubes. Todo ello permitirá tomar las decisiones con más información de base, lo que brindará importantes beneficios para la sociedad.
"La primera imagen ya revela la verdadera versatilidad de Sentinel-3A", explica Volker Liebig, director de los programas de observación de la ESA.
California desde Sentinel-3A
"La misión estará en el centro de una amplia variedad de aplicaciones, desde medir la actividad biológica marina hasta proporcionar información sobre el estado de la vegetación".
"Dada su elevada carga útil, Sentinel-3A es una herramienta excelente preparada para realizar un cambio decisivo en la variedad de los productos de datos que se proporcionan a los usuarios".
Cabe afirmar que Sentinel-3A, que transporta un equipo de instrumentos que trabajan juntos, es el más complejo de todos los Sentinel de Copérnico. Una vez en marcha, medirá sistemáticamente los océanos, la superficie terrestre, el hielo y la atmósfera de la Tierra con el fin de supervisar dinámicas globales a gran escala y ofrecer información esencial a tiempo real para la predicción del tiempo y los océanos.
Philippe Brunet, director de la Dirección general de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes de la Comisión Europea, comentaba, "El lanzamiento de Sentinel-3A amplía aún más la flota de misiones dedicadas a los servicios de Copérnico".
El color de la vida
"Esta misión es particularmente importante dado que contribuirá al servicio de vigilancia de entornos marinos de Copérnico y al componente terrestre del servicio en tierra de Copérnico".
Tras el lanzamiento del satélite y la fase inicial de operaciones, que se completó en tiempo récord, pasará los próximos cinco meses a cargo del servicio. Se espera que el satélite haya alcanzado su órbita de "referencia" el 3 de marzo.
Una vez en marcha, la ESA cederá las operaciones del satélite a EUMETSAT. La misión deberá controlarse conjuntamente, la ESA se encargará de generar los productos de tierra y EUMETSAT los productos marinos de aplicación en los servicios de Copérnico.
Despegue de Sentinel-3A
Alain Ratier, director general de EUMETSAT, añade: "La primera imagen es una promesa a la comunidad de usuarios de medio marino. Como operador de la misión marina de Sentinel-3, estamos encantados de ver el primer fruto de nuestra colaboración con la ESA y la Comisión Europea y estamos impacientes por entregar muchas más imágenes y productos a los usuarios después del servicio".
Estas imágenes son solo el principio. OLCI fue el primer instrumento activado. A lo largo de los próximos días, traeremos más noticias sobre el altímetro de Sentinel-3, que mide la altura de la superficie del océano y el radiómetro, diseñado para medir temperaturas terrestres y oceánicas.

Programa Copérnico amplia su flota con Sentinel-3, el satélite de los océanos

Darmstadt (Alemania), 16 feb (EFE).- El programa europeo Copérnico de observación de la Tierra amplió hoy su familia con Sentinel-3A, el tercero de los satélites de este proyecto enviados al espacio con el objetivo de inundar el planeta de datos de océanos, lagos o ríos y mejorar así la gestión del medio ambiente.
El lanzamiento se produjo a las 17:57 horas GMT desde el cosmódromo ruso de Plesetsk a bordo de un cohete Rockot y la primera señal de que el satélite "estaba vivo" se recibió en la antena de Kiruna (Suecia) pasadas las 19:30 horas GMT, momento en que el se oyeron los primeros aplausos en la sede de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Darmstadt, desde donde se sigue la misión.
El satélite ya desplegó sus paneles solares, confirmó Juan Miró, de ESOC (centro de operaciones de ESA en Darmstadt), y ahora quedan varias horas y días cruciales, en los que, por ejemplo, tiene que alcanzar su órbita -volará a 814 kilómetros de altitud-.
Sentinel-3A va cargado con cuatro instrumentos, que se irán poniendo en marcha gradualmente y se irán testando desde ESA.
Estos cuatro son: OLCI (instrumento para el color de la tierra y los océanos); SLSTR (radiómetro para la temperatura superficial del mar y la tierra); SRAL (altímetro radar de apertura sintética); y MWR (radiómetro de microondas).
Una vez pasado este período, aproximadamente dentro de cinco meses, Eumetsat, la Organización Europea para la Explotación de los Satélites Meteorológicos, operará Sentinel-3A, distribuyendo datos marinos y dando soporte a usuarios europeos y de otros países.
Y es que el tercero de los sentinel es sobre todo un satélite de los océanos, de los que medirá la altura, la temperatura y el color de la superficie (conocerá por ejemplo las concentraciones de algas y fitoplancton), así como el espesor de las banquisas de hielo.
Estas medidas permitirán monitorizar cambios en el nivel del mar, la contaminación o la productividad biológica de los océanos.
Sentinel-3 también cartografiará los usos del terreno, obtendrá índices de vegetación y medirá la altura de ríos y lagos. Además, será capaz de detectar incendios forestales desde el espacio.
Los datos se distribuirán de forma gratuita a usuarios de todo el mundo y los relacionados con la superficie terrestre serán gestionados por la ESA desde su centro en Esrin, ubicado en Italia.
El principal objetivo de esta misión, además de "radiografiar" el estado del planeta, es mejorar la gestión del medio ambiente, comprender y mitigar los efectos del cambio climático y garantizar la seguridad.
Los datos adquiridos por sus instrumentos se sumarán a las imágenes de radar proporcionadas por Sentinel-1A y a las imágenes ópticas de alta resolución de Sentinel-2A, aportando conocimiento clave para gestionar mejor la biodiversidad, los recursos hídricos, la seguridad, la pesca o la agricultura, según Tedae, Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Aeronáutica y Espacio.
Sentinel-3A, con una vida útil inicial de 7,5 años aunque construido para vivir 12, tendrá una pareja (que se lanzará en 2017), y ambos han sido diseñados y construidos por un consorcio de unas cien empresas bajo el liderazgo de Thales Alenia Space Francia.
Entre las empresas que han participado hay once españolas, que son responsables de un 10 % de la misión.
Los Sentinel-3 son, según la ESA, "el caballo de batalla del programa Copérnico", y se verán ampliados en dos más: Thales Alenia Space anunció la pasada semana un contrato de 450 millones de euros con la Agencia para construir los satélites Sentinel-3 C y D.
Para el director de la ESA, Jan Wörner -quien intervino a través de un vídeo ante los invitados en Darmstadt- el programa Copérnico es un claro ejemplo de la unión, colaboración y trabajo entre los países de la Unión, la Comisión Europea y Eumetsat. EFE

lunes, 29 de junio de 2015

Las primeras imágenes del nuevo 'centinela' europeo de la Tierra


La costa del norte de Italia y el sur de Francia, captada por Sentinel...
La costa del norte de Italia y el sur de Francia, captada por Sentinel 2A. ESA

     
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Una semana después de su exitoso lanzamiento, la Agencia Espacial Europea ha difundido las primeras imágenes captadas por su nave Sentinel-2A, mostrando la precisión que va a proporcionar este sofisticado satélite al programa Copérnico de vigilancia ambiental.
El satélite ha iniciado su trabajo sobre el territorio de Suecia, el centro de Europa, el Mediterráneo y Argelia, y las primeras imágenes se recibieron en tiempo real en la estación terrestre de la misión en Matera (Italia).
A pesar de que tanto el norte como el centro de Europa estaban cubiertos de nubes cuando el Sentinel 2A empezó a trabajar, el tiempo soleado de Italia ofreció a los equipos científicos la primera oportunidad de comprobar la extraordinaria capacidad visual del satélite, y "lo que vieron les emocionó", según resalta un comunicado difundido por la Agencia Espacial Europea (ESA).
El valle del río Po, captado por el Sentinel 2A. 
Con una resolución de 10 metros por píxel, las primeras imágenes edificios en Milán, campos de cultivo a lo largo de río Po y puertos en la costa del sur de Francia.
"Este Nuevo satélite va a transformar por completo la capacidad de observación terrestre de Europa y de nuestro programa Copérnico", ha asegurado Philippe Brunet, director de Política Espacial y Defensa de la Comisión Europea.
"Los datos proporcionados por Sentinel-2 tendrán múltiples aplicaciones, desde la agricultura hasta la gestión de bosques, la vigilancia ambiental y la planificación urbanística", ha explicado por su parte Volker Liebig, director del Programa de Observación Terrestre de la ESA.
La Riviera francesa, captada por el Sentinel 2A. 
De momento, el satélite se encuentra en una fase preliminar de pruebas, que se prolongará durante tres meses, pero la calidad de las imágenes ya está superando las expectativas de los responsables de la misión.
Tras el lanzamiento de Sentinel 1 el año pasado, Sentinel 2 es el segundo de los artefactos de la constelación Copérnico, un ambicioso programa de observación de la Tierra diseñado y desarrollado en su totalidad en Europa. Su misión consistirá en la puesta en órbita de dos satélites gemelos que trabajarán en una órbita polar, a una altitud de 786 kilómetros. El primero, Sentinel 2A, es el que se lanzó la semana pasada. El segundo -Senttinel 2B- está previsto que se lance en 2016. Cuando los dos satélites de Sentinel 2 estén en órbita, cubrirán todas las superficies terrestres, grandes islas y aguas costeras cada cinco días.

Lanzado con éxito el satélite Sentinel-2


Lanzamiento del satélite de la Agencia Espacial Europea. / REUTERS-LIVE! / AFP
Hoy, martes, a las 03:51 horas de Madrid (20:00 horas de ayer, lunes, en Ciudad de México) ha partido el satélite Sentinel 2A, a bordo de un cohete Vega, desde la base de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Kourou, en la Guayana Francesa. El artefacto es el segundo del programa Copérnico de la UE, que con 7.500 millones de euros de presupuesto es el mayor sistema civil del mundo dedicado a observar la Tierra. La separación del módulo del satélite ha tenido lugar 54 minutos después del lanzamiento.
“Estos satélites van a tener un montón de aplicaciones, desde ayudar a buscar una patera que se haya perdido en el Mediterráneo hasta controlar qué tipo de árboles hay en un terreno concreto”. Miguel Ángel Molina, director de Desarrollo de Negocio y Programas en GMV, una de las empresas españolas que han participado en el desarrollo del satélite Sentinel 2A, recordaba ayer en una presentación en la base de la ESA en Villanueva de la Cañada (Madrid) cómo hace años se hicieron célebres unos olivos de cartón piedra empleados por agricultores en Italia para engañar en los controles que se hacían desde el aire con el fin de evaluar las ayudas comunitarias que les correspondían. “Eso ahora no sería posible, porque estos sensores son capaces de detectar elementos como la clorofila en las copas de los árboles”, explica.
Los Sentinel-2 renovarán imágenes de toda la superficie terrestre cada cinco días
Sentinel 2A, con un peso de 1.100 kilos, es el primero de dos satélites gemelos que fotografiarán desde una altura de 786 kilómetros todas las superficies de tierra del planeta y buena parte de los océanos. Cuando a mediados del año que viene se ponga en órbita Sentinel 2B, cada cinco días sus cámaras renovarán las imágenes del planeta con una resolución de hasta diez metros. Según explica Ferrán Gascón, responsable de calidad de datos de Sentinel 2A, “aunque hay otros satélites que dan resoluciones de hasta 30 centímetros, no ofrecen una información que se renueve con tanta continuidad”.
La renovación frecuente de datos tendrá utilidad, por ejemplo, para los agricultores de todo el mundo. Las imágenes permitirán identificar el tipo de cultivo de una zona determinada, el contenido de clorofila de las hojas de esos cultivos y el contenido de agua. Así será posible optimizar el uso de fertilizantes dependiendo del tipo de cultivo y su situación. Estas capacidades también ayudarán a controlar la salud medioambiental de zonas protegidas, siguiendo los impactos de fuegos o los ritmos de deforestación y midiendo con mayor precisión el ritmo al que avanzan y se retiran los glaciares. En otro ámbito, los satélites Sentinel 2 también servirán de apoyo a actividades relacionadas con la seguridad o la mitigación de desastres naturales, como inundaciones o corrimientos de tierra.

Datos accesibles para todos

Según explicó Gascón, este proyecto europeo, liderado por la empresa Airbus Defense and Space, no solo beneficiará a los ciudadanos de la UE. Todos los datos producidos por los satélites, que empezarán a fluir en septiembre, después de tres meses de prueba, serán de libre acceso en todo el mundo. No obstante, a través de las aplicaciones que se creen en torno a la información del programa Copérnico, la UE espera ingresos directos e indirectos por valor de 30.000 millones de euros. En este sentido, para asegurar la continuidad del sistema y atraer a más usuarios en torno al programa, la ESA ya tiene previsto lanzar, a finales de la década de 2020, una segunda generación de satélites como el que hoy ha partido hacia el espacio.
Los Sentinel 2 se añadirán a los Sentinel 1, que estudian la Tierra con un sistema de radar, una tecnología que permite la observación incluso cuando las nubes o la oscuridad de la noche cubren una superficie. Después, seguirán los Sentinel 3, una misión diseñada para estudiar la topografía terrestre o las temperaturas y la coloración del mar y la tierra, datos muy relevantes para la observación del clima. Por último, Sentinel-4 y Sentinel-5 medirán la composición de la atmósfera desde una órbita geoestacionaria y una órbita polar, respectivamente.
En la construcción de estos nuevos vigías de la Tierra han participado más de 60 empresas, entre las que también han participado algunas españolas como Thales Alenia, Crisa o Sener.